En el caso de la erradicación de la pequeña hormiga de fuego (Wasmannia auropunctata) de un área de ~21 ha en la isla Marchena hemos estimado que se necesitan 4 años de monitoreo sin registrar hormigas. Debido al comportamiento de forrajeo de la hormiga la metodología utilizada debe ser intensiva con una distancia mínima de 3-4 m entre cebos (palitos pintados con mantequilla de maní). Al usar una distancia más grande entre cebos tendrían que aumentar el tiempo de monitoreo antes de declarar la zona libre de hormigas. Además de esto, se debe realizar el monitoreo durante las épocas con mayor actividad de la hormiga, es decir en la época de lluvia. Sin embargo, las lluvias son poco frecuentes en esta isla, aun en la época de lluvia, y nuestro equipo de 20 personas nunca esta garantizado a encontrar condiciones favorables para el monitoreo al llegar a esta lejana isla (11 horas en barco!). El 2005 fue el tercer año de no haber registrado a la hormiga, pero los resultados de este año son menos confiables debido a que las colectas de otras especies de invertebrados, en un programa de monitoreo complementario, también fueron bajas. ¡Por esta razón se considera necesario agregar un año más de monitoreo!
En los proyectos de erradicación de vertebrados y plantas invasoras en Galápagos, el supuesto es seguir con el monitoreo durante por lo menos dos años más después de haber registrado el ultimo individuo vivo, sea adulto, plántula o semilla. Esto implica más años de monitoreo si se sabe que hay la posibilidad de que los individuos pueden seguir vivos pero no son detectados por más tiempo, por ejemplo especies de plantas con semillas de larga vida en el suelo.
El sauco macho (Citharexylum gentryi) ha sido el enfoque de un intento de erradicación desde hace cinco años. Hemos logrado eliminar a todos los adultos con la excepción de al menos cinco árboles encontrados con flores o frutos durante los últimos tres años. El año pasado no encontramos ningún adulto. A pesar de eso estamos encontrando muchas plántulas. La implicación es que las semillas viven bajo el suelo por tres años, obviamente son esencialmente invisibles antes de germinar y producir plántulas. Haciéndolo todavía más complicado, con el hecho que los frutos de este son dispersados por aves, así que necesitamos hacer una búsqueda mucho más allá (por lo menos 400 m) de las infestaciones conocidas.
Con vertebrados, en la guerra contra ellos debe considerarse también su inteligencia. Un buen ejemplo es la restauración de la isla de Baltra que incluye un programa de erradicación para eliminar el impacto producido por los gatos ferales, para la protección de una población de iguanas terrestres. En los tres últimos monitoreos a finales de 2003, enero de 2004 y marzo de 2005 ya no se encontraron individuos ni huellas de esta especie introducida – pero si todavía existiesen individuos, deberían ser los que no entran en las trampas, no toman los cebos y que viven en los lugares más aislados y difíciles de acceder en la isla.
El desafío es decidir cuándo dar por terminado el programa de erradicación, y eso siempre depende en las características de la especie.
Fuente: Fundación Charles Darwin y Parque Nacional Galápagos. Junio 2005.
Como conclusión general se evidenció que la presencia de actividades antrópicas al interior del área protegida, genera una fuerte influencia negativa, debido a que cada sitio ubicado en la ZUE actúa como un foco de ingreso y dispersión de especies introducidas, aunque el estudio se restringió a una sola isla, resulta evidente que el patrón debe repetirse en las otras islas pobladas.
En general la flora, las aves e invertebrados terrestres rastreros mostraron algún tipo de impacto negativo como resultado de su exposición a los usos de cada sitio. Así frecuentemente se pudo ver tanto a Crotophaga ani, especie introducida, como a las aves nativas alimentándose de semillas y otros desechos (ver la foto) en el botadero de basura, lo cual implica que existe dispersión de semillas, especialmente de plantas introducidas hacia sus áreas de vida originales que se encuentran al interior de la Zona Primitiva del Parque Nacional. Por otra parte las áreas alteradas sea por carreteras, caminos o remoción de material pétreo, fueron los sitios de mayor abundancia de plantas introducidas invasoras, especialmente el pasto Pennisetum purpureum y el arbol Cinchona pubescens. En cambio dentro de los invertebrados fue notoria la disminución y desplazamiento de las poblaciones de especies nativas y endémicas de la isla, principalmente debido a la presencia de dos especies de hormigas invasoras Wasmannia auropunctata y Solenopsis geminata.
Sin embargo de lo anotado anteriormente, la realidad del archipiélago es que existe una creciente población humana y que tanto los investigadores como los manejadores; deben tener la suficiente habilidad para tomar las decisiones de manejo adecuadas que permitan en el largo plazo, por un lado lograr el uso racional de los bienes y servicios susceptibles de ser aprovechados y por otro garantizar la conservación de la integridad ecológica y la biodiversidad de estos frágiles ecosistemas.
Fuente: Parque Nacional Galápagos. Marzo 2005.
Las islas Galápagos son comparativamente mucho más jóvenes, pero están más cercanas a las influencias continentales; por lo que han desarrollado más rápidamente fauna terrestre como reptiles, ratas y grupos de invertebrados que están ausentes en Hawai. Las Galápagos han perdido menos del 5% de su biodiversidad endémica mientras que Hawai tiene más extinciones de especies por área de tierra que cualquier otro lugar en el globo.
La comparación histórica de los archipiélagos y el impacto que siguió a la colonización humana con la consiguiente introducción de especies extrañas a los ecosistemas de las islas, como ganado, roedores domésticos, plantas ornamentales y para cultivos, malas hierbas e insectos; es útil al momento de analizar los procesos de cambio en estos ecosistemas únicos.
Actualmente Hawai tiene una población muy elevada e industrias más grandes en la agricultura y turismo; además fuentes directas de especies no-nativas como viveros de plantas ornamentales (como se puede ver en la foto) y tiendas de mascotas exóticas, que crean mayores riesgos para la introducción de nuevas especies invasoras. En el caso de las Islas Galápagos, los administradores procuran hacer un manejo adaptativo con enfoque precautelatorio de las áreas protegidas.
Sin embargo, se hace necesario un estudio que pueda proporcionar medios de identificación de las mejores estrategias para el manejo de las especies invasoras de las Islas Galápagos y Hawai.
Para la lectura adicional vea el artículo "El desafío efectivo de direccionamiento de la amenaza de las especies invasoras al sistema del parque nacional" por Lloyd Loope.
Fuente: Fundación Charles Darwin y Parque Nacional Galápagos. Diciembre 2004.